Psalms 34

Bendeciré al Señor en todo tiempo;
    lo alabarán siempre mis labios.

Mi alma se gloría en el Señor;
    lo oirán los humildes y se alegrarán.

Engrandezcan al Señor conmigo;
    exaltemos a una su nombre.

Busqué al Señor y él me respondió;
    me libró de todos mis temores.

Los que lo miran están radiantes;
    jamás su rostro se cubre de vergüenza.

Este pobre clamó, el Señor lo oyó
    y lo libró de todas sus angustias.

El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen;
    a su lado está para librarlos.

Prueben y vean que el Señor es bueno;
    dichosos los que se refugian en él.

Teman al Señor, ustedes sus santos,
    pues nada les falta a los que le temen.

10 Los leoncillos se debilitan y tienen hambre,
    pero a los que buscan al Señor nada les falta.

11 Vengan, hijos míos, y escúchenme
    que voy a enseñarles el temor del Señor.

12 El que ama la vida
    y desea ver muchos días felices,

13 que refrene su lengua de hablar el mal
    y sus labios de proferir engaños;

14 que se aparte del mal y haga el bien;
    que busque la paz y la siga.

15 Los ojos del Señor están sobre los justos,
    y sus oídos, atentos a sus clamores;

16 pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal,
    para borrar de la tierra su memoria.

17 Los justos claman, el Señor los oye
    y los libra de todas sus angustias.

18 El Señor está cerca de los quebrantados de corazón,
    y salva a los de espíritu abatido.

19 Muchas son las angustias del justo,
    pero el Señor lo librará de todas ellas;

20 le protegerá todos los huesos
    y ni uno solo le quebrarán.

21 La maldad destruye a los malvados;
    serán condenados los enemigos de los justos.
22 El Señor libra a sus siervos;
    no serán condenados los que en él se refugian.