1 Te damos gracias, oh Dios,
te damos gracias e invocamos tu Nombre;
¡todos hablan de tus obras portentosas!
2 Tú dices: «Cuando yo lo decida,
juzgaré con equidad.
3 Cuando se estremece la tierra con todos sus habitantes,
soy yo quien afirma sus columnas». Selah
4 «No sean altaneros», digo a los altivos;
«No sean soberbios», ordeno a los malvados;
5 «No hagan gala de soberbia contra el cielo
ni hablen con aires de suficiencia».
6 La exaltación no viene del oriente
ni del occidente ni del desierto,
7 sino que es Dios el que juzga:
a unos humilla y a otros exalta.
8 En la mano del Señor hay una copa
de espumante vino mezclado con especias;
cuando él lo derrame, todos los malvados de la tierra
habrán de beberlo hasta la última gota.
9 Yo hablaré de esto siempre;
cantaré salmos al Dios de Jacob.
10 Aniquilaré la altivez de todos los malvados
y exaltaré el poder de los justos.