Tuesday

March 26, 2024


Section 1 of 4

Exodus 38

About 3.2 Minutes

Bezalel hizo de madera de acacia el altar de los holocaustos. Era cuadrado, de cinco codos de largo por cinco codos de ancho y tres codos de alto. Puso un cuerno en cada una de sus cuatro esquinas, los cuales formaban una sola pieza con el altar, y el altar lo recubrió de bronce. Hizo de bronce todos sus utensilios: sus portacenizas, sus tenazas, sus tazones, sus tridentes y sus braseros. Hizo también un enrejado para el altar —una rejilla de bronce— y la puso bajo el reborde inferior del altar, a la mitad de su altura. Fundió cuatro anillos de bronce para las cuatro esquinas del enrejado de bronce para pasar por ellos las varas. Hizo las varas de madera de acacia, las recubrió de bronce y las introdujo en los anillos, de modo que quedaron a los dos costados del altar para poder transportarlo. El altar lo hizo hueco y de tablas.

Además, con el bronce de los espejos de las mujeres que servían a la entrada de la Tienda de reunión, hizo el recipiente de bronce y su pedestal.

Después hicieron el atrio. El lado sur medía cien codos de largo y tenía cortinas de tela de lino fino, 10 veinte postes y veinte bases de bronce, con empalmes y ganchos de plata en los postes. 11 El lado norte medía también cien codos de largo, y tenía veinte postes y veinte bases de bronce, con ganchos y empalmes de plata en los postes.

12 El lado occidental medía cincuenta codos de ancho, y tenía cortinas y diez postes y diez bases, con ganchos y empalmes de plata en los postes. 13 Por el lado oriental, hacia la salida del sol, medía también cincuenta codos de ancho. 14 A un lado de la entrada había cortinas de quince codos de largo, tres postes y tres bases; 15 y al otro lado de la entrada había también cortinas de quince codos de largo, tres postes y tres bases. 16 Todas las cortinas que rodeaban el atrio eran de tela de lino fino. 17 Las bases para los postes eran de bronce, los ganchos y los empalmes en los postes eran de plata y sus capiteles estaban recubiertos de plata. Todos los postes del atrio tenían empalmes de plata.

18 La cortina a la entrada del atrio era de lana color azul, carmesí, escarlata y tela de lino fino, bordada artísticamente. Medía veinte codos de largo por cinco codos de alto, como las cortinas del atrio, 19 y tenía cuatro postes y cuatro bases de bronce. Sus ganchos y sus empalmes eran de plata y sus capiteles estaban recubiertos de plata. 20 Todas las estacas del toldo para el santuario y del atrio que lo rodeaba eran de bronce.

21 Estas son las cantidades de los materiales usados para el santuario donde están guardadas las tablas del pacto. Los levitas hicieron este registro por orden de Moisés y bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. 22 Bezalel, hijo de Uri y nieto de Hur, de la tribu de Judá, hizo todo lo que el Señor ordenó a Moisés. 23 Con él estaba Aholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, que era artesano, diseñador y recamador en lana teñida de color azul, carmesí y escarlata y en tela de lino. 24 El total del oro dado como ofrenda mecida y empleado en toda la obra del santuario era de veintinueve talentos y setecientos treinta siclos, según el peso oficial del santuario.

25 La plata entregada por los miembros de la comunidad contados en el censo llegó a cien talentos, y mil setecientos setenta y cinco siclos, según el peso oficial del santuario. 26 Todos los mayores de veinte años que fueron censados llegaron a un total de seiscientos tres mil quinientos cincuenta, y cada uno de ellos dio un becá, es decir, medio siclo, según el peso oficial del santuario. 27 Los cien talentos de plata se emplearon en las cien bases fundidas para el santuario y para la cortina, de modo que cada base pesaba un talento. 28 Los mil setecientos setenta y cinco siclos se emplearon en hacer los ganchos para los postes, recubrir sus capiteles y para hacer sus empalmes.

29 El total del bronce dado como ofrenda mecida fue de setenta talentos y dos mil cuatrocientos siclos, 30 y se empleó en las bases para la entrada de la Tienda de reunión, en el altar de bronce con su enrejado de bronce y todos sus utensilios, 31 en las bases para el atrio y la entrada al atrio, así como en todas las estacas del toldo para el santuario y para el atrio que lo rodeaba.


Section 2 of 4

John 17

About 2.9 Minutes

Después de que Jesús dijo esto, dirigió la mirada al cielo y oró así:

«Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti, ya que le has conferido autoridad sobre todo mortal para que él les conceda vida eterna a todos los que le has dado. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado. Yo te he glorificado en la tierra y he llevado a cabo la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame en tu presencia con la gloria que tuve contigo antes de que el mundo existiera.

»A los que me diste del mundo les he revelado tu nombre. Eran tuyos; tú me los diste y ellos han obedecido tu palabra. Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti, porque les he entregado las palabras que me diste y ellos las aceptaron; saben con certeza que salí de ti y han creído que tú me enviaste. Ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me has dado porque son tuyos. 10 Todo lo que yo tengo es tuyo y todo lo que tú tienes es mío; y por medio de ellos he sido glorificado. 11 Ya no voy a estar por más tiempo en el mundo, pero ellos están todavía en el mundo y yo vuelvo a ti.

»Padre santo, protégelos con el poder de tu nombre, el nombre que me diste, para que sean uno, lo mismo que nosotros. 12 Mientras estaba con ellos, los protegía y los cuidaba mediante el nombre que me diste y ninguno se perdió sino aquel que eligió perderse, a fin de que se cumpliera la Escritura.

13 »Ahora vuelvo a ti, pero digo estas cosas mientras todavía estoy en el mundo, para que tengan mi alegría en plenitud. 14 Yo les he entregado tu palabra y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno. 16 Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo. 17 Santifícalos en la verdad; tu palabra es la verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, yo los envío también al mundo. 19 Y por ellos me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

20 »No ruego solo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, 21 para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. 22 Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: 23 yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.

24 »Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.

25 »Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo sí te conozco y estos reconocen que tú me enviaste. 26 Yo les he dado a conocer tu nombre y seguiré haciéndolo, para que el amor con que me has amado esté en ellos y yo mismo esté en ellos».


Section 3 of 4

Proverbs 14

About 4.9 Minutes

La mujer sabia edifica su casa;
    la necia, con sus manos la destruye.

El que va por buen camino teme al Señor;
    el que va por malos caminos lo desprecia.

De la boca del necio brota arrogancia;
    los labios del sabio son su propia protección.

Donde no hay bueyes el granero está vacío;
    con la fuerza del buey aumenta la cosecha.

El testigo veraz jamás miente;
    el testigo falso propaga mentiras.

El insolente busca sabiduría y no la halla;
    para el entendido, el conocimiento es cosa fácil.

Mantente a distancia del necio,
    pues en sus labios no hallarás conocimiento.

La sabiduría del prudente es discernir sus caminos,
    pero al necio lo engaña su propia necedad.

Los necios hacen mofa de sus propias faltas,
    pero entre los íntegros hay buena voluntad.

10 Cada corazón conoce sus propias amarguras,
    y ningún extraño comparte su alegría.

11 La casa del malvado será destruida,
    pero la morada del justo prosperará.

12 Hay un camino que al hombre le parece recto,
    pero acaba por ser camino de muerte.

13 Hasta de reírse duele el corazón
    y hay alegrías que acaban en tristezas.

14 El inconstante recibirá todo el pago de su inconstancia;
    el hombre bueno, el premio de sus acciones.

15 El inexperto cree todo lo que le dicen;
    el prudente se fija por dónde va.

16 El sabio teme al Señor y se aparta del mal,
    pero el necio es arrogante y se pasa de confiado.

17 El iracundo actúa neciamente
    y el malvado es odiado.

18 Herencia de los inexpertos es la necedad;
    corona de los prudentes, el conocimiento.

19 Los malvados se postrarán ante los buenos;
    los impíos, ante las puertas de los justos.

20 Al pobre hasta sus amigos lo aborrecen,
    pero son muchos los que aman al rico.

21 Es un pecado despreciar al prójimo;
    ¡dichoso el que se compadece de los pobres!

22 Pierden el camino los que planean el mal,
    pero hallan amor y verdad los que hacen el bien.

23 Todo esfuerzo tiene su recompensa,
    pero quedarse en las palabras solamente, lleva a la pobreza.

24 La corona del sabio es su riqueza;
    la de los necios, su necedad.

25 El testigo veraz salva vidas,
    pero el testigo falso miente.

26 El temor del Señor es un baluarte seguro
    que sirve de refugio a los hijos.

27 El temor del Señor es fuente de vida
    y libera de los lazos de la muerte.

28 Gloria del rey es gobernar a una gran población;
    un príncipe sin súbditos está arruinado.

29 El que es paciente muestra gran inteligencia;
    el que es agresivo muestra mucha insensatez.

30 El corazón tranquilo da vida al cuerpo,
    pero la envidia carcome los huesos.

31 El que oprime al pobre ofende a su Creador,
    pero honra a Dios quien se apiada del necesitado.

32 El malvado cae por su propia maldad;
    el justo, aun en su muerte, halla refugio en Dios.

33 En el corazón de los entendidos mora la sabiduría,
    pero los necios ni siquiera la conocen.

34 La justicia enaltece a una nación,
    pero el pecado deshonra a todos los pueblos.

35 El rey favorece al siervo inteligente,
    pero descarga su ira sobre el sinvergüenza.


Section 4 of 4

Philipians 1

About 2.9 Minutes

Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús,

a todos los creyentes en Cristo Jesús que están en Filipos, junto con los obispos y diáconos:

Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.

Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes siempre oro con alegría, porque han participado en el evangelio desde el primer día hasta ahora. Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.

Es justo que yo piense así de todos ustedes porque los llevo en el corazón; pues, ya sea que me encuentre preso o defendiendo y confirmando el evangelio, todos ustedes participan conmigo de la gracia que Dios me ha dado. Dios es testigo de cuánto los quiero a todos con el entrañable amor de Cristo Jesús.

Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio. 10 Así podrán discernir lo que es mejor y ser puros e irreprochables para el día de Cristo; 11 llenos del fruto de justicia que se produce por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

12 Hermanos, quiero que sepan que, en realidad, lo que me ha pasado ha contribuido al avance del evangelio. 13 Es más, se ha hecho evidente a toda la guardia del palacio y a todos los demás que estoy encadenado por causa de Cristo. 14 Gracias a mis cadenas, ahora más que nunca la mayoría de los hermanos, confiados en el Señor, se han atrevido a anunciar sin temor la palabra de Dios.

15 Es cierto que algunos predican a Cristo por envidia y rivalidad, pero otros lo hacen con buenas intenciones. 16 Estos últimos lo hacen por amor, pues saben que he sido puesto para la defensa del evangelio. 17 Aquellos predican a Cristo por ambición personal y no por motivos puros, creyendo que así van a aumentar las angustias que sufro en mi prisión.

18 ¿Qué importa? Al fin y al cabo, y sea como sea, con motivos falsos o con sinceridad, se predica a Cristo. Por eso me alegro; es más, seguiré alegrándome 19 porque sé que, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo, todo esto resultará en mi liberación. 20 Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado, sino que con toda libertad, ya sea que yo viva o muera, ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo. 21 Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. 22 Ahora bien, si seguir viviendo en este cuerpo representa para mí un trabajo fructífero, ¿qué escogeré? ¡No lo sé! 23 Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor, 24 pero por el bien de ustedes es preferible que yo permanezca en este cuerpo. 25 Convencido de esto, sé que permaneceré y continuaré con todos ustedes para contribuir a su jubiloso avance en la fe. 26 Así, cuando yo vuelva, su satisfacción en Cristo Jesús abundará por causa mía.

27 Pase lo que pase, compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo. De este modo, ya sea que vaya a verlos o que, estando ausente, solo tenga noticias de ustedes, sabré que siguen firmes en un mismo propósito, luchando unánimes por la fe del evangelio 28 y sin temor alguno a sus adversarios, lo cual es para ellos señal de destrucción. Para ustedes, en cambio, es señal de salvación, y esto proviene de Dios. 29 Porque a ustedes se les ha concedido no solo creer en Cristo, sino también sufrir por él, 30 pues sostienen la misma lucha que antes me vieron sostener y que ahora saben que sigo sosteniendo.

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